Alimañas
Todos habían salido ¡Qué paz! Una mañana entera sola, sin ruidos, sin carreras, disfrutando de la lectura de un buen libro. Me dispuse a aprovechar mis horas y anduve sin rumbo por el inmenso salón,
Todos habían salido ¡Qué paz! Una mañana entera sola, sin ruidos, sin carreras, disfrutando de la lectura de un buen libro. Me dispuse a aprovechar mis horas y anduve sin rumbo por el inmenso salón,